Nos vamos de Ronda, tras no apuntarme a las dos últimas convocatorias, una por problemas técnicos ajenos a mi voluntad y la otra por que se me paso, que cabeza la mía, esta vez le tocaba proponer tema a Pau, el Lupuloadicto, y la cuestión que nos plantea es que hagamos un pequeño repaso del panorama cervecero que tenemos más próximo, pues venga, a ver que sale...
Primero y antes de empezar aclarar donde me ubico, me quedan bastante lejos los puntos calientes del movimiento artesanal que podemos encontrar por otros lugares. Vivo justo en la frontera entre Bizkaia y Gipuzkoa, en un pequeño pueblo costero, donde todavía no se asoma nuestra pasión cerveceril tan "freaky" para casi todo mis paisanos. Como muy arriesgadas podemos encontrar en las tascas de la zona, alguna elaboración de trigo alemana, la consabida "negra" irlandesa y poco más, las reinas de la barraca son las "industriales" de toda la vida. Hace años en un par de garitos se dejaron ver algunas "artesanas" locales, sobre todo Pagoa y Bertoko, pero no calaron en el consumo popular y los hosteleros dejaron de traerlas, por cierto, la primera sobrevive, pero la segunda hace años que echó la persiana.
Observando el devastador paisaje que me encuentro en mi pueblo, amplio el horizonte y busco nuevas emociones justo en las dos capitales de provincia que me quedan más cerca. Por Donosti hace años solíamos acudir a una cervecería donde se podían encontrar recetas de tierras belgas, germanas y alguna curiosidad más allá del angosto océano, pero últimamente estoy un poco desinformado de la oferta actual. Por Bilbo la situación es bastante desangelada, unos cuantos sitios donde puedes encontrar alguna que otra marca "local" y poco más, salvando la excepción de la tienda especializada que se puede encontrar en la parte vieja, que hace de oasis en el desierto.
Y lo extraño es que siendo Euskadi una tierra donde el tema gastronómico es religión, no haya calado el movimiento cervecero incipiente como en otras partes del estado, teniendo en cuenta la primavera de "micros" que afloran con mayor fuerza que nunca y en mayor cantidad por todo el territorio. En mi humilde opinión y tras años de observación, he llegado a la conclusión que si en alguna parte la cerveza ha sido la "hermanastra" pobre del cuento, ha sido justamente aquí. En cualquier establecimiento hostelero, por muy cutre que sea, podemos encontrar una docena de vinos de calidad, en estas tierras donde el "pintxo" es un "modus operandi", y el tema del comer "tradición milenaria" el acompañante exclusivo es el vino, la cerveza es para el verano, para mitigar la sed y poco más.
La proximidad de los caldos riojanos, la producción autóctona de vinos propios, y la arraigada costumbre del consumo de los productos vinícolas, hace que nuestra querida cerveza quede arrinconada en un segundo plano. Poco a poco, parece que las nuevas generaciones intentan empujar para conseguir que las novedosas marcas artesanales ganen un pequeño hueco en los puntos hosteleros, pero va a costar lo suyo por la idiosincrasia tan singular de la sociedad vasca. Espero equivocarme y que este nuevo movimiento invada todos los garitos locales, pero creo que no va a ser tan fácil...
Sobre Madrid y Barcelona, poco puedo opinar, ya que no conozco que se cuece. En los últimos años he visitado un par de veces la capital madrileña, pero estuvimos de "cañas" y poquita cosas más, en cuanto a Barcelona, tengo programado un fin de semana dentro de poco, y espero visitar unos cuantos sitios que me han recomendado, prometo pasar el informe, je, je, je...
Y al final me he alargado más de la cuenta, como siempre... ;)